Entrada 1: Cuaderno de la buscadora
Entrada 1 del cuaderno de los Buscadores de Tesoros. Soy Josep Ramón Batlle y hoy vengo a hablaros sobre la más grande de nuestro gremio.
Lara Croft, la Asalta Tumbas. Por Ramón Batlle
Su primera aventura empezó en Nuevo México, en un pueblo llamado Los Álamos, 50 años después de haber explotado el Scion, un poderosísimo artefacto que fragmentó en 3 piezas, con el amparo contractual de Jacqueline Natla, y que ella debía encontrar.
Su contrato empezó en Perú, donde nuestra adalid debía atravesar la mítica Ciudad de Vilcamba, una ubicación fuera del tiempo, donde perviven aún hoy dinosarios junto con humanos, en la zona del valle que lleva a la Tumba de Qualopec, uno de los gobernantes de la ya extinta ciudad de Atlantis.
Nuestra heroína descubrió que su mecenas no ha estado ociosa, y que ha enviado a dos sicarios por el resto de piezas y a matarla. Esto la llevó a huir a Grecia y Egipto, donde hay rumores de los otros dos fragmentos, ya que, ahora que el contrato se ha roto, para Croft es un tema personal.
Nuestra protagonista es una aristócrata hija de Lord Henshingly Croft, el Conde de Abbingdon y de Amelia Croft.
Habiéndose formado en privado hasta los 11 en casa, ingresó hasta los 16 en la Escuela Superior e Wimbledon, una institución privada para mujeres, donde escuchó por primera vez a una conferencia sobre arqueología, de la mano del reputado Wener Von Croy.
En Abril de 1984, un temporal provocó una inundación en la mansión de nuestra heroína, y sus padres la mandaron a vivir con un criado y su familia a su casa en la costa de Irlanda. a mediados de este mes empezaría la primera aventura que forjaría la leyenda del icono de nuestro gremio.
En aquella zona, a pocos kilómetros, está todavía la terrorifica
Isla Negra, un terruño desolador que los lugareños evitan por la creencia de que está encantada con fenómenos paranormales. El propio padre Bram Patrick Dunstan, un sacerdote, la fue a investigar, lo que dio alas a nuestra heroína a no quedarse atrás.
En la isla, la heredera Croft dialogó con apariciones, evitó demonios y luchó con otros, hasta encontrar la verdadera causa de todo: Vladimir Kaleta, un soldado que había sido transformado en demonio siglos ha. El sacerdote Dunstan fue hecho prisionero por Vladimir, pero Lara consigue salvarlo gracias al bestiario que el sacerdote deja caer en la refriega, lo que les permite volver vivos a ambos a Connussie. Ésta es la primera aventura, contada en el relato Tomb Raider: Chronicles, que nos ha servido de ejemplo e inspiración a tantos.
El padre de nuestra heroína fue un rico miembro de la aristocracia británica. Forjó lazos con Winston mientras visitaba Irlanda, cuando éste segundo organizaba una excursión de tiro al faisán, y le ofreció un trabajo como mayordomo, renunciando a su trabajo en ese momento, que era el de guardabosques.
Durante estos años, Lord Croft conoció a Von Croy, y a su hijo Wener. Croft le proporcionó a Von Croy los caudales necesarios para expedir a Caboya, a condición que su hija, Lara, pudiese ir con ellos. Después del accidente que sufrieron en un avión unos años más tarde, Lara decidió seguir el camino de la aventura, rechazando la proposición matrimonial del Conde de Farrington como sus padres habrían esperado.
Ésto le conllevó a Lara ser repudiada por su familia, aunque esta situación no evitó que sus padres echasen a llorar y levantasen un memorial en su honor cuando se enteraron de que su hija había muerto (en teoría) en su viaje a Egipto.
Habiéndose formado en privado hasta los 11 en casa, ingresó hasta los 16 en la Escuela Superior e Wimbledon, una institución privada para mujeres, donde escuchó por primera vez a una conferencia sobre arqueología, de la mano del reputado Wener Von Croy.
En Abril de 1984, un temporal provocó una inundación en la mansión de nuestra heroína, y sus padres la mandaron a vivir con un criado y su familia a su casa en la costa de Irlanda. a mediados de este mes empezaría la primera aventura que forjaría la leyenda del icono de nuestro gremio.
En aquella zona, a pocos kilómetros, está todavía la terrorifica
Isla Negra, un terruño desolador que los lugareños evitan por la creencia de que está encantada con fenómenos paranormales. El propio padre Bram Patrick Dunstan, un sacerdote, la fue a investigar, lo que dio alas a nuestra heroína a no quedarse atrás.
En la isla, la heredera Croft dialogó con apariciones, evitó demonios y luchó con otros, hasta encontrar la verdadera causa de todo: Vladimir Kaleta, un soldado que había sido transformado en demonio siglos ha. El sacerdote Dunstan fue hecho prisionero por Vladimir, pero Lara consigue salvarlo gracias al bestiario que el sacerdote deja caer en la refriega, lo que les permite volver vivos a ambos a Connussie. Ésta es la primera aventura, contada en el relato Tomb Raider: Chronicles, que nos ha servido de ejemplo e inspiración a tantos.
Henshingly Croft. Antiguo jefe de Ramon Batlle
El padre de nuestra heroína fue un rico miembro de la aristocracia británica. Forjó lazos con Winston mientras visitaba Irlanda, cuando éste segundo organizaba una excursión de tiro al faisán, y le ofreció un trabajo como mayordomo, renunciando a su trabajo en ese momento, que era el de guardabosques.
Durante estos años, Lord Croft conoció a Von Croy, y a su hijo Wener. Croft le proporcionó a Von Croy los caudales necesarios para expedir a Caboya, a condición que su hija, Lara, pudiese ir con ellos. Después del accidente que sufrieron en un avión unos años más tarde, Lara decidió seguir el camino de la aventura, rechazando la proposición matrimonial del Conde de Farrington como sus padres habrían esperado.
Ésto le conllevó a Lara ser repudiada por su familia, aunque esta situación no evitó que sus padres echasen a llorar y levantasen un memorial en su honor cuando se enteraron de que su hija había muerto (en teoría) en su viaje a Egipto.
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